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Dead and Loose in Santiago

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Ngen-Lavquen's avatar
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1. Providencia





El calor había llegado para el hemisferio Sur con sus calidas ventoleras que hacían transpirar a tantos, muchos aprovechaban de escapar a la playa o al campo para alivianar esos 40 grados que hacía que cayeran los patos asados del cielo. Ya en las capitales de Sudamérica la población había disminuido, por la emigración de las familias; sea a la playa que estaba mas cerca de la capital o aprovechaban la rebajas de las aerolíneas para ir a otros lugares exóticos donde pasar el agobiante calor seguido por el ocio.
Santiago, aquel que fue un vallecito lleno de montañas, lugar donde se refugiaron solo los más extravagantes o estúpidos de los colonos españoles, era un horno en hoyo: con su ya conocida nube gris de polución hacía que el calor fuera el infierno para los valientes o quienes no podían costear el viaje todavía y esperaban el deseado febrero. Donde los trabajadores podían descansar más tranquilos luego del sueldo entregado de enero.

En una casa, en uno de los barrios acomodados de esa urbe había sonado el teléfono, la dueña de casa grito el nombre de unas de sus hijas, pues la llamada era para ella.
- Es la May- dijo la señora Norma antes que su hija mayor tomara el auricular.
- Aló?
- Ta?
- Hola May, que tal las vacaciones?- dijo la chica sentándose en el frio suelo de la sala.
- Uff, me salvé de ir a Los Vilos este año

Tamy rió por lo bajo. Los Vilos, un pueblito de la 4ta región de su país era el lugar preferido por el padre de su amiga para pasar todos y cada una de las vacaciones o fechas importantes del año. La suerte de tener una casa en la playa- pensó Tamy. Aun asi entendía la felicidad de su amiga. Cuando uno pasa mas de 16 años yendo constantemente al mismo lugar de veraneo se hace, a lo buen chileno: FOME. Aburrido, cargante.

- A Mish tu, estas sola en la casa?
- Bueno, mis papas se van en la tarde y me quedo con mis hermanos, bueno… tu sabes que desde que estoy en el colegio como que perdí un poquito las ganas de ver a mi familia.

Tamy rodó los ojos. Eso era una de las cosas negativas de tener una familia fervientemente católica. Cualquier otra enseñanza o de otros dioses es una herejía.

- Ah que buena  – respondió la chica- Y entonces tenemos algún panorama para hoy?
- Para eso te hablaba puh- dijo May por el Auricular seguida de un sonido de interferencia- Me acompañas al mall hoy? A provi, tu sabes, el panorámico, quiero ir al supermercado de ahí a comprar cosas para hacer algo rico
- Obvio que si, mujer- dijo la chica- siempre y cuando no sea sopa caliente haha
- Hahah mina chistosa!, es que tengo una nueva receta para una torta.
- Ok, cuenta conmigo!- del auricular se escuchaba el sonido de alguien tratando de apretar las teclas del teléfono- May? Tus sobrinitas están jugando con el teléfono otra vez?
- Que? Ay no! Espérame un poco si?-
- Ya .

La chica espero a que May viera a sus sobrinitas, unas niñitas de escasos 4 años o menos cuyo parque de diversiones era la casa. Cuando May llamaba solían jugar con los botones del teléfono, por lo que eso no era raro. Aun así, nunca espero la siguiente respuesta:

- SIRIUS DEJA DE JUGAR CON LOS BOTONES!!
- But.. i never see a telephone before
- PERO SI ESTOY HABLANDO...
- Umm.. righ...- seguido de unos últimos tin tan tun de las teclas.
- Perdona, es que Sirius nunca ha estado en una casa de mug… a no me acuerdo que palabra dijo, pero nunca ha estado en estas casas como la mía y la tuya.
- Chuu… entonces en donde vivió? En una caja?- bromeó Tamy
- Que se yo…- dijo molesta May- Bueno, nos vemos como a las 4 te parece? Lleva a la Katy, para entretenernos!
- YA, LE VOY A DECIR!!, donde siempre?
- Si, en las escaleras que están al frente de Almacenes Paris
- Ya po, chau
- Chao.



Se veía tan poca gente en las calles que uno se preguntaría si la ciudad estaba habitada. La gente evitaba de salir a sus casas salvo para lo necesario: las compras, las cuentas, pasear al perro o ver amigos.

Providencia, aunque hubiera 100 grados de calor había gente igual, entre las oficinas del sector, y las tiendas, unido a los metros y el siempre concurrido Portal Lyon, donde los adolescentes y frikies iban a gastar su dinero en algun nuevo accesorio o parche, en alguna serie nueva o solamente a pararse en la entrada a modelar sus extraños gustos de moda. Una calle paralela a ella estaba 11 de septiembre, calle donde se unían dos estaciones de metro y dos grandes centros de vitrineo, que ahora remataban lo ultimo quedado de navidad y de verano. En las escaleras de uno de ellos ya estaban Tamy y Katy quienes miraban pasar los vehículos ociosamente. Hasta que vieron la figura conocida de May.
- Sirius se entretuvo viendo un semáforo- fue lo que dijo antes de saludar  a las chicas.
- Como eso de que se entretuvo?- dijo Katy
- Esperó que un semáforo cambiara de verde – amarillo a rojo… 3 veces
- Ser gracioso como se controlan los muggles para cruzar calle- dijo Sirius apareciendo levemente sobre May
- Sirius!- ESCONDETE- dijo Tamy antes de bajar la cabeza del ingles con sus manos
- Why?
- No todos aquí conocen este poder nuestro!- explicó Tamy- hacer esto es… como hacer magia en la via publica
- Como con muggles?
- Que cosa?- preguntó Tamy
- Gente no mágica
- A si eso.
- Bueno- vamos moviéndonos- dijo Katy- pasamos al super primero?
- Si, asi no nos gastamos la plata en otras cosas- dijo Tamy

Al llegar a la entrada un delicioso olor a pan recién horneado les dio la bienvenida, antes de empezar a ver lo que se necesitaban. Para Sirius eso era totalmente nuevo, nunca tuvo la oportunidad de ver un supermercado antes. “Las compras las hacían los elfos” dijo a las chicas, mientras distraídamente salía del interior de May y revisaba curiosamente una lata de salsa de tomate.
- Deja eso!- dijo May disimuladamente
- Uff estas igual que Trentren cuando mi abuela compra dulces- dijo Katy
- Y donde esta Tamy?- preguntó May
- Acaso crees que eres la unica con un espíritu inquieto?- preguntó Katy- Trentren se dirigió rápidamente a la sección de frutas a ver frutillas. Tamy fue a buscarlo
- Uff, con saber que no soy la unica me alegro- dijo May- Y Celeste?
- Ella se porta bien, demasiado bien para mi gusto.

Pronto vieron a la chica acercarse de nuevo, mientras murmuraba algo entre dientes, parecía que hablara sola.

- Y la proxima vez que hagas una wea como esa le pido al profe José que me enseñe como encerrarte en un tarro de conserva
- - Uyy que chica tan ruda- bromeó Katy
- Con retos aprende dijo la chica de lentes golpeándose el pecho como si tuviera un malestar.- Bueno, que debemos comprar?
- Bueno, necesito una muy buena base para el bizcocho, crema chantilly, y salsa de chocolate- dijo May viendo un papel.
- Bueno, empecemos por la base de acuerdo? – dijo Katy

Ella y su hermana sacaron un carrito para las compras y junto a May comenzaron a buscar los materiales. May no lo decía, pero no se sentía nada bien, pero no era algo de su organismo, si no era por parte de alguien que habitaba dentro de ella: para Sirius Black los olores, las formas y la gente caminando era algo nuevo para el, después del encierro y estar escondido por tanto tiempo cuando estaba vivo, era una sensación tan deliciosa… su curiosidad había vuelto como estaba a la edad de once años. Pero inconscientemente, la dueña de aquel cuerpo lo retenía.

- Estas bien?- preguntó Katy – estas algo pálida
- Si, estoy bien- dijo May
- Segura?-preguntó Tamy quien todavía se golpeaba levemente el pecho
- Si si, segura…
- Si, claro…- la frase quedó corta pues la chica se desmayó empujando a Katy y esta a Tamy quien resbaló con una montaña de latas de conserva.
- Ayyyy Ayyyyyy- se escuchó por todas partes mientras la gran montaña se desmoronaba y las latas daban con el suelo.

Muchos de los clientes resbalaron con las latas, desparramando lo que hayan llevado por todas partes. El guardia llegó a tiempo para ver a las tres chicas encima de lo que era la montaña de latas.

May ya se sentía mejor, entre el te que le dio el guardia y salir de esa locura de tienda le había de vuelto el color de sus mejillas y su entusiasmo. Las tres chicas estaban sentadas en la fuente del gran edificio numero 100 de Ricardo Lyon, con bolsas de supermercado. Ya que tuvieron que pagar las altas que se destruyeron al caer: Aun así el gerente del supermercado fue amable: En el video se vio que no era intencional y además, entre la gente que se calló por culpa del accidente estaba un ladrón hormiga: encontraron unos cuantos yogures, jugos en polvo y mantequilla en su chaqueta y bolso.
- Pucha, nos queda como para una porción de papas fritas no mas- dijo Katy guardando las pocas monedas que le quedaban y su triste billete de mil pesos.
- Sorry chiquillas- dijo May, no puedo creer lo que me pasó en el supermercado. Y todo por tu culpa Sirius!!

El mencionado apareció con la forma de un perro, quien bajó la cabeza y gimió para disculparse.

- A no, esa no te va a funcionar!! DESTRUES TODO Y NO TE QUEDAS QUIETO CUAL ES TU PROBLEMA!!.. andate quieres!!.

El perro gimió afligo, bajó las orejas y desapareció.

- Creo que fuiste muy mala con el – dijo Katy
- Es verdad- dijo Tamy
- Y que quieren que haga eh!!
- Oye, el es nuevo en la ciudad- dijo Katy- trata de disculparte con el
- De acuerdo.. de acuerdo, Sirius Sal quiero hablar contigo.

Nada pasó

- Sirius?
- Vaya no sale- dijo Katy
- Sirius!
- Que onda
- WEON! NO ESTA!!- gritó May
- Que?-dijo Tamy
- No lo siento… no… no está!
- Me estay webiando!!- dijo Tamy
- No, no es broma, no esta en mi
- Debió salir por ahí- dijo Katy viendo hacia todos lados
- Es posible.- dijo May viendo por todos lados
- Sirius
- Sirius!!
- Ven perrito perrito!!

Las tres chicas se pararon y buscaron por la fuente, no estaba en ningún lado. Decidieron buscarlo entre las tiendas del local, dividiéndose entre las jugueterías, la sección de ropa y electrodomésticos. Katy decidió ir directamente a la sección de ropa interior, pero probadores y en las repisas no había rastros del fantasma inglés. May buscó en todas las secciones de la juguetería y muy en especial en la seccion de video juegos que Sirius miraba hipnotizados en la casa, cuando Felipe y Cristián jugaban en la casa. Tamy fue a la sección de electrodomésticos, revisaba dentro de los refrigeradores y dentro de los microondas de por si lo encontraba, pero nada.


Eso era Oficial: Sirius se había largado de la tienda
Hola!! vuelvo con una pequeña historia que se me ocurrió mientras escuchaba la canción "I want a Candy" [link] (en especial en alguna escena en que las tres chicas se dividen por todas partes gritando Sirius como locas)

Será un fic de 4 o 5 capitulos, cada uno ocurre en distintas partes de la ciudad de Santiago de Chile.
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